El Feng Shui es una ciencia o doctrina originaria de la antigua China. En la filosofía antigua oriental el hombre se consideraba parte del universo donde vivía, y buscaba vivir en armonía con la naturaleza y con su entorno. Así pues cuando aplicamos los principios del Feng Shui en la casa, oficina, puestos de trabajo… equilibramos y armonizamos estos espacios para que sean armónicos con las leyes de la naturaleza y aporten prosperidad, bienestar y salud.
La palabra Feng significa viento y Shui significa agua. Un lugar era afortunado si estaba resguardado de los fuertes vientos y de las aguas violentas, así el viento y el agua aportaban prosperidad y bienestar a las personas. En la Antigua China los lugar donde se había de establecer un pueblo o una ciudad o una capital, los principales edificios… eran escogidos por expertos basándose en los principios del Feng Shui. Un lugar que tuviera en cuenta los principios del Feng Shui era o es un lugar armónico y próspero, mientras que si no se cumplen los principios del Feng Shui podía haber guerras y desastres.
El Feng Shui es un estudio del entorno, para poder vivir y crear un hábitat en armonía con los principios de la naturaleza. Esto llevará salud y prosperidad.
Un antiguo proverbio chino dice » Primero son el destino y la suerte, después el trabajo del hombre, y por último el Feng Shui «. La vida de una persona está determinada por tres factores que son el tiempo, la acción y el espacio. El primero hace referencia a la energía del Cielo, el segundo a la energía del Hombre, y el tercero a la energía de la Tierra. El Cielo es la suerte, el destino, y éste no lo podemos controlar ni cambiar ya que viene por nacimiento. La astrología china nos ayudará en su análisis.
Cuando hablamos de las acciones del hombre hace referencia a todo lo que nosotros hacemos.
Finalmente el Feng Shui es la armonización del espacio para que éste sea favorable y aporte bienestar, salud y prosperidad.
Cuando estamos en el lugar correcto, en el momento correcto y hacemos lo correcto… todo fluye mejor.
Maria Castells